El Viaje Interior NO es un Viaje de Turista

25.04.2023


Especialmente cuando llega la época de vacaciones, a menudo nos planteamos viajes a lugares desconocidos: nos podemos quedar más bien cerca de nuestra región o de nuestro país, podemos salir a países cercanos donde se vive en una cultura similar a la nuestra, o podemos optar por lugares muy diferentes a los que estamos habituados. Este tipo de viajes realmente están muy bien, pueden ser una bombona de oxígeno para salir del día a día, al mismo tiempo que refrescan porque te sitúan en un lugar distinto al habitual, con personas, lugares y experiencias diferentes a lo habitual.

Por otro lado, el viaje como viaje también puede darse como una forma de evadirse de uno mismo y de la realidad en que se vive. En ese sentido, hay que tener en cuenta que allí donde vayas, lo que llevas dentro no dejará de acompañarte, y aunque estés muy distraído con lo que sucede fuera de ti, en algún momento emergerá aquello que albergas y no te quedará otra que afrontarlo.

Sea como sea, hay un viaje que no implica trasladarse a ningún lugar, que te puede acompañar a cada momento sin moverte de tu lugar de residencia. Un viaje que te transforma a un nivel mucho más profundo y consistente en el tiempo que irá contigo allí donde vayas, porque lo llevas incorporado. Me refiero, por supuesto, al viaje hacia ti mismo: el viaje interior. Un viaje para el que no necesitas ninguna documentación especifica ni pautas de vacunación.

Tu país interior tiene un clima, más frío, más caluroso o más temperado, con una flora y una fauna muy concretas. Se trata también de un país con una geografía corporal y psíquica plagada de rutas y carreteras por donde circulas sin ser consciente. En tu interior se encuentra un país que no está en los mapas ni en ningún lugar concreto más que en ti, con una historia oculta, un pasado que influye en tu presente y en tu futuro; un pasado que también te ofrece la posibilidad de conocer tu presente para construir un futuro mejor. De modo que la historia de la que estás hecho, que viene a ser la mochila o la maleta que cargas, o bien puede determinar tu presente y tu futuro si no te responsabilizas de ella, o bien puede transformarla aligerando cada vez más su carga.

¿Hay un viaje más importante que el viaje hacia quien eres o hacia quien quizás dejaste de ser? ¿Hay un viaje más importante que el viaje hacia lo que pasa en ti, hacia tu salud mental, emocional, física…? Julio Verne decía que "El viaje más maravilloso no es al centro de la tierra ni a los confines del Universo, sino al fondo de ti mismo". Estoy completamente de acuerdo y doy fe. Para iniciar ese viaje, que no es un viaje de turista ni mucho menos, solo necesitarás de 4 condiciones: valor, coraje, compromiso y responsabilidad. El viaje lo puedes hacer solo, sin mapa ni guía, aunque haciéndolo solo tus resistencias inconscientes te alejarán de la verdad y de la honestidad de este viaje, y por tanto no te permitirán adentrarte en tus zonas más desconocidas, que a su vez son aquellas zonas que te permitirán transformarte, reconciliarte contigo mismo, descubrirte, alcanzar tu autenticidad y transformar la mirada de ti y de los otros. El viaje del que aquí hablamos solo lo puede hacer tú. Pero para que el viaje se realice en condiciones necesitarás acompañamiento. Así que si lo deseas, pues aquí estoy para acompañarte.